Paz Solís Durigo lee Nuestro amor es un país, libro de poemas del músico, docente, escritor e investigador bonaerense Manuel Marchioni Fasanini, publicado en 2024 por la editorial La Máquina Eterna.

La escena iniciática: jurar por nuestra bandera. Nuestro amor es un país de Manuel Marchioni Fasanini comienza con la recreación del rito ceremonial que atravesamos todos los argentinos y argentinas. Ese pacto de infancia en el que prometemos ser ciudadanos y ciudadanas aptos, en el que nos comprometemos a reivindicar los valores de nuestra Patria para toda la vida: “¡Sí, prometo!”.
Pero ¿qué significan esa bandera y esa Patria por las que una vez juramos? Este poemario es una respuesta posible a esta pregunta. No solo se trata de un protocolo escolar al que fuimos obligados. Acá, también, jurar por ellas es un acto de amor.
La voz poética de este poemario no es individual, es plural. Es la voz omnisciente de un pueblo argentino que ama:
“Nuestro amor es un país/ con sus hospitales/ rodeados de paraísos/ sus panaderías/ crisol de razas/ en cola de domingo”.
Esta voz plural de los poemas también nos involucra a nosotros, lectores. En esta escena iniciática, el poeta nos hace recordar ese momento primero al que fuimos obligados, pero en el que también, con ternura infantil, quisimos con convicción a nuestro país. Y, en este acto de memoria, el libro nos invita a prometer de nuevo.
A volver a enamorarnos.
La escena fundante de la jura nos envuelve en la espesura del rito religioso que atraviesa todo el libro. El segundo paso del ritual es el cruce del puente para llegar del conurbano a la capital, a la Plaza de Mayo:
“cruzar un puente,/ invadir la ciudad capital,/ ser justos/ con la memoria/ de nuestros abuelos/ tomar por la fuerza/ los vestigios de inmigración/ bárbaras/ liberar nuestras raíces/ somos un crisol de batallas perdidas”.
Este nosotros-pueblo también es bárbaro: irrumpe en la historia, se apropia de la memoria.
Ama, recuerda y repite.
El rito en la Plaza de Mayo no es cualquier rito religioso, se inscribe en la doctrina amatoria peronista. Allí, la multitud: las parrillas y los choripanes, las fuentes, las palomas y las banderas, las madres y las abuelas, las cervezas benditas entre toda la gente. Y lo infaltable: “no besarás a nadie que no hable de justicia social” reza el epígrafe del libro. Desde esta ley popular “dos personas se besan/ por primera vez”.
El beso amplía la identidad de este pueblo que ama, recuerda y resiste: “tenemos bocas/ en los ojos/ como si habláramos yagán/ y al contraer los párpados dijésemos/ Mamihlapinatapai”. La lengua indígena redefine el concepto de Nación: el crisol de razas no solo refiere a la inmigración bárbara, lo indígena también irrumpe en el espacio poético. En este caso, desestabiliza a la lengua dominante, permitiendo visibilizar y pluralizar al país, a su idioma, al amor por él. Frente al racismo de Darwin que niega la lengua de los yámanas, el libro propone un amor a la diversidad que somos: hay “cinco palabras diferentes/ para nombrar la nieve/ según el tamaño o/ la dirección de los copos”.
Para amar es fundamental recordar. En este poemario, el pueblo es memoria de “sus bombas,/ sus fusilamientos,/ sus compañeros/ muertos/ y sus/ desaparecidos”, de la justicia que solo nos condena a nosotros, de la lucha contra la sequía y el desmonte, de la soberanía nacional, de Milagros, de los cincuenta disparos, de la bala que no salió, de su nombre que nos cuida. En su voz se incrustan poemas y canciones, haciéndolos propios: Fito, Víctor Heredia, Beatriz Vignoli, consignas peronistas, la revista Noticias, el Himno Nacional. El pueblo es memoria que se opone al silencio:
“¿Por qué no nombrar/ lo que pasó/ anoche?”.
frente al racismo,
amor
frente al silencio,
memoria
La memoria es el motor que une los tiempos a través del Himno Nacional. Allí, en la Plaza de Mayo, otro rito fundamental: la escena del degüello. El pueblo degüella a una paloma, símbolo de la paz, y riega este espacio con su sangre. Un ritual como recordatorio de que estamos parados sobre la sangre de nuestros antepasados: sus “batallas perdidas”. Frente al fuego que se apaga, aún quedan las brasas: nosotros. Un nosotros-pueblo que se pregunta:
“¿quién será mañana/ nuestro omnisciente? /
lo que nos pasó/ arca un derecho”.
En esta época en que nos gobierna la crueldad, el libro de Manuel Marchioni Fasanini es una búsqueda por unificar los tiempos: el pasado, el presente y el futuro de la Argentina. Contra el olvido y el silencio, nos ofrece un ejercicio de memoria de eso que aprendimos de chiquitos: nuestro amor es un país, nuestra historia, la fuerza para reivindicar nuestra identidad. Pero, sobre todo, un ejercicio de recuperación del valor comunitario, político y espiritual que significa ocupar nuestra Plaza.
Ayer, hoy y para siempre.
MANUEL MARCHIONI FASANINI

Nació en Turdera en 1989. Es músico, escritor, docente e investigador. Se recibió de Instrumentista Superior en Música Popular en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, es diplomado en Promoción Cultural Bonaerense y Perspectiva de Derechos por la Universidad Nacional de La Plata y estudió Letras en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Publicó Para los ojos más bellos (Ediciones De La Huerta, 2016), Aeropuertos (Textos Intrusos, 2019) y la plaqueta Escalera al cielo en 2020. Dicta clases de música en nivel primario y talleres en programas socio educativos y de acceso y promoción de derechos para jóvenes. Es fundador e investigador de la agrupación vecinal Turdera por la Memoria, y desde 2021 desarrolla un proyecto de investigación sobre la producción literaria en el conurbano bonaerense, becado por el Fondo Nacional de las Artes.
PAZ SOLÍS DURIGO

Es Licenciada y profesora en Letras (UBA), y maestranda en Estudios Literarios Latinoamericanos (UNTREF).
El amor a las palabras de sus abuelos del litoral argentino la impulsó a aprender su lengua: el guaraní. Hoy, se dedica a la investigación de la poesía en este idioma.
Se crió con el sonido de su padre misionero en Buenos Aires saludando a todo correntino, misionero o paraguayo que se cruzara: "mba'e la porte, chamigo". Pero su frase favorita era cuando él le avisaba que "en un sapy'aite" ya estaba la comida, y era mandioca, chipa o reviro.
Su verdadera pasión es la música. En 2023, publicó su libro de letras de canciones en guaraní y en español Contra todos los males (Avagata Kartonera, Asunción) y, en 2024, Guaranga, su primera novela (Caburé Libros, Buenos Aires). Co-dirige la revista digital La Lechiguana, y co-fundó y co-produjo los ciclos de literatura expandida Bajo el cielo la llama y Caña con ruda.
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