Volver a poner el corazón en lo verde: entrevista a Maia Kahn
- La Lechiguana
- 16 jul
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 19 jul
La Lechiguana conversó con la música, escritora y docente Maia Kahn (Manchula) sobre la publicación de su primer libro, La Leyenda de Chimotec, que se presenta este viernes 18 de julio a las 21 hs en la Biblioteca Popular B. Rivadavia (Roca 3155, Villa Ballester, Buenos Aires).

Con su voz y su guitarra como principales aliadas, Maia Kahn (conocida en el ámbito musical como Manchula) crea canciones que, lejos de encasillarse en un solo género, abrazan diversos ritmos latinoamericanos y aires folclóricos. Su música, portadora de un mensaje actual y urgente, pinta paisajes sonoros que revelan la necesidad de reconectar con una vida más natural. Invita a sus oyentes a dejarse llevar por una certeza: es esencial volver a poner los pies en la tierra, y la mirada, las manos y el corazón en lo verde.
Es creadora de materiales sonoros y audiovisuales que promueven la educación en temáticas ambientales. Actualmente trabaja en la grabación de su primer álbum solista,
E N T R E E L V E R D E, que será lanzado este año y del cual ya se encuentran disponibles dos adelantos en todas las plataformas digitales:
Asimismo, hace muy poquito salió su primer libro, La leyenda de Chimotec, un cuento para las infancias (y para todas las personas) que también invita a la acción para el cuidado de la naturaleza.
El libro se presenta este viernes 18 de julio a las 21 hs en la Biblioteca Popular B. Rivadavia (Roca 3155, Villa Ballester, Buenos Aires).
La leyenda de Chimotec

En un pueblito escondido en el norte de nuestra América se alza una enorme montaña con forma de gato. No hay persona allí que no la venere. Lo inquietante es que la gente más anciana afirma que ese gato de piedra alguna vez estuvo vivo.
La leyenda de Chimotec narra la transformación de la vida en una aldea primitiva a partir de la llegada de Chimotec, un felino gigante. Nos invita a repensar la importancia de sostener un vínculo equilibrado con la naturaleza, cuidando de su salud y diversidad para nuestro bien mayor como humanidad. Busca recordarnos que las selvas, los montes y los bosques sanos nos dan la posibilidad de gozar de una vida en bienestar y armonía con nuestro ecosistema.
Características: Libro ilustrado color. Tapa dura. 44 páginas. Papel FSC. Incluye código QR con acceso a la versión audiovisual de la leyenda (animación + narración + canciones).
El libro puede comprarse a través de los links:
ENTREVISTA A MAIA KAHN POR LA LEYENDA DE CHIMOTEC
La Lechiguana: Este viernes presentás tu primer libro, La leyenda de Chimotec ¿cómo nació esta historia?
Maia Kahn: La leyenda de Chimotec es un cuento que nace a partir de una canción. Compuse una canción que contaba una historia, pero no se entendía del todo. Entonces pensé que antes de tocar esta canción en público había que contar la historia para que la canción se complemente. Decidí poner manos a la obra: computadora, Word y a escribir. Y así fue cómo nació algo que no me esperaba. La historia chiquita que quería contar antes resultó ser un texto larguísimo que ya no me daba para combinar en un show de música. Las partes irresueltas de la trama de pronto se revelaron en el proceso creativo de una forma que me sorprendió, como si hubieran estado ahí las piezas de un rompecabezas que solo faltaba descubrir. Jamás pensé que tuviera un mensaje de cuidado ambiental. Después agregué partes a la canción, para que cuadre con el relato.
Con el paso de los días, guitarra en mano, apareció otra canción que formaba parte de una de las escenas: la curandera cantando, manifestando la incertidumbre ante lo que estaba sucediendo en la aldea. En ese momento tuve una sensación de vértigo, sentía que esto del cuento se estaba redimensionando y que en realidad estaba naciendo una obra, que tenía algo grande entre las manos. La canción original quedó a un lado para comenzar a soñar hacia dónde llevar esta nueva creación, y la primera idea del proyecto fue hacer un dibujo animado. Averiguando me di cuenta de que era carísimo hacer una animación de más de 10 minutos. Por eso, empecé a considerar alternativas y terminé haciendo yo misma una animación muy sencilla, compuse algunas canciones más y armé la ambientación sonora para acompañar la grabación del relato.
Siempre me gustó describir el acto de componer como el de una artista que pinta con música. Cuando yo escucho música, pienso música, siento música, en mi cabeza veo imágenes, colores, siento algo en mi pecho. Cuando pienso una letra, una melodía se generan imágenes o, al revés, veo alguna imagen en mi interior o siento algo y busco la forma de decodificar eso con el sonido. Entonces siento que la música es otra forma de ilustrar el cuento. Se pueden cerrar los ojos e imaginar el cuadro.

¿Cómo es el libro? ¿Qué lo hace especial como objeto? ¿De quién son las ilustraciones?
El libro es muy hermoso. Más allá del cuento y su mensaje, es un objeto vistoso y bonito: es mediano, de tapa dura y con su interior cosido. Las ilustraciones son de Niki Engelhart, una artista muy talentosa de Gral. San Martín, con un estilo único, distintivo. En el interior del libro hay un código QR que, por un lado, lleva a un Linktree con acceso a la versión audiovisual de la leyenda y, por otro lado, también ofrece materiales para el trabajo ambiental en escuelas.
Hoy en día hay algunos videos sobre separación de residuos, compostaje, y la idea es hacerlo crecer con propuestas interdisciplinarias sobre educación ambiental, incluso de manera colaborativa, con propuestas que nos hagan llegar docentes desde su experiencia.
¿Por qué lo pensaste para infancias?
En realidad, no la pensé para infancias en un principio. Siento que es un mensaje urgente y que quienes tenemos que activar somos la gente adulta. Reconectar ya mismo nuestra conciencia, nuestro amor por lo verde con nuestros actos cotidianos, con nuestra forma de pensar, de consumir en el día a día, de pensar y decidir qué pasa por nuestras manos siendo conscientes de su origen: ¿de dónde viene esto que me estoy por comprar? Y su destino: ¿a dónde va a ir a parar esto cuando yo lo tire a la basura? A partir de ahí, educar a lxs peques ¿qué podemos enseñarles si no predicamos con nuestro propio ejemplo? Hay mucho trabajo para hacer en todos los niveles de nuestra sociedad. Por todo esto pienso que es un libro para todo el mundo.
¿Qué es lo que esperás que les quede a lxs niñxs (y a todxs) después de leer La leyenda de Chimotec?
Mi sueño es que este libro sea una semilla y que sirva para generar un cambio de conciencia. Sobre todo, invita a ir de la lectura a la acción. Chimotec nos enseña que, si queremos vivir con bienestar, mejorar nuestra calidad de vida, nuestros montes, nuestros bosques, nuestras selvas, estos tienen que estar sanitos. Entonces ¿cómo podemos cuidar la naturaleza que tenemos alrededor, en lo inmediato, con lo que tenemos a nuestro alcance? Empezando por lo chiquito, por lo que podamos sostener, haciendo lo mejor que podamos, desde la “baldosita” en la que cada quién esté paradx. Ahí está mi sueño, para grandes y niñxs. Que se eduquen en la regla de las “5 erres” (reducir, reutilizar, reciclar, rechazar, repensar).

En tu música en general también abordás la temática ambiental ¿querés hablarnos de ese recorrido?
El tema de lo ambiental en la música tiene su raíz en mi esencia, en lo que late en mi corazón. Fui educada siempre con mucho respeto hacia la naturaleza, con un profundo amor hacia la vida de todos los seres. Eso se lo debo en primera instancia a mi mamá y mi papá, pero también tuve la suerte de que en la comunidad de padres y madres de la escuela a la que fui había activismo ambiental. De hecho, con toda la comunidad educativa formamos un grupo que se llamaba “Los protectores de la naturaleza” (risas), y cada mes se hacía una campaña para juntar papeles de diarios, plásticos y latas.
Eso me marcó mucho, lo abracé con fuerza, entendí que era importante. Con los años se fue desarrollando el entendimiento de que para que podamos vivir bien tenemos que hacer que nuestro entorno esté bien. Eso aplicado a todo, a nuestro entorno natural, social, etc. Yo no puedo estar bien si el río que pasa cerca de mi casa está contaminado. Y no puedo estar tranquila sabiendo que hay gente viviendo al lado de ese río. Todo está interconectado.
Me pasa mucho de pensar y observar que, en la relación de la gente con la naturaleza, con su ambiente, hay algo que está roto o alienado. Pienso mucho acerca de la forma en que vivimos, también pienso mucho que la forma de vivir en la ciudad nos aísla, fragmenta nuestra percepción del todo. Nos fragmenta la mirada, nos aleja de ver cómo se producen las cosas que consumimos. No es que unx siempre quiera volver al pasado, o volver a una vida totalmente rústica. Creo que está bueno integrar los avances tecnológicos que nos facilitan la vida, pero muchas veces el progreso nos lleva a lugares de comodidad donde ya no nos importa nada. Eso es lo que veo como algo urgente. Ahí está el punto más desafiante, creo que la comodidad es lo más difícil de superar: ¿quién acaso quiere incomodarse para hacer un cambio?
Entonces pienso en la relación con nuestros alimentos, en la forma en la que vivió el animal que está en nuestro plato. Yo no como carne, pero la gente que sí ni siquiera lo registra y, si llegara a pensar en eso, reprimiría ese tipo de pensamientos porque de otro modo le costaría comerse ese pedazo de carne. Lo mismo para las frutas y verduras. Nos sirven comida con veneno. Hay corrientes agroecológicas que por suerte están creciendo, pero con muchas adversidades, con políticas que no apoyan los modelos respetuosos de producción de alimentos. Desde el poder político se apoya y fomenta más el monocultivo, los feedlots, lo más antinatural.
Todo ese recorrido de vida y de pensamientos late en mi interior y delinea en mis creaciones un llamado a volver al amor, a entender que somos un sistema interconectado con todo y que es importante que nos esforcemos en encontrar el camino del bienestar con todo nuestro entorno.
Para vos ¿qué tienen en común todas tus formas de crear: la escritura, la música y la docencia?
Bueno, las palabras “crear” y “transformación” van completamente de la mano. El escribir siempre lo encontré como un espacio de autotransformación, un espacio terapéutico para mí misma, poder volcar afuera lo que me anda dando vueltas por dentro en pensamientos, sentimientos.
Es la primera vez que publico un cuento y en realidad debe ser el primero que escribo siendo adulta. Suelo escribir canciones desde muy pequeña y siempre tomando el arte como una herramienta para llevar mi mensaje al mundo en general, un mensaje de toma de conciencia de las cosas que para mí son importantes en la vida. Y lo pienso relacionado con la docencia, son artes que se conjugan, que me permiten de manera entrelazada hacer propuestas de transformación. En ese sentido es hermosa la docencia, te da el espacio para la creatividad y a la vez también la oportunidad de ver el efecto inmediato de lo que creaste, de interactuar con el eco de lxs estudiantes, sus pensamientos, lo que les genera una propuesta. Me gusta usar el arte como un disparador para la educación.
Por último ¿qué nos podés contar de la presentación de este viernes?
El viernes esperamos a todo aquel que quiera venir a la Biblioteca Popular B. Rivadavia., a las 21hs, donde también habrán invitades especiales. Pedimos que confirmen asistencia ya que el cupo es grande, pero limitado. También pedimos colaborar en lo posible con un alimento no perecedero.

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